Somos criaturas sociales con derechos otorgados por Dios y responsabilidades
Editora: Obispo Vásquez, con esta entrevista, continuamos nuestra serie sobre la enseñanza social Católica. El segundo pilar, el Llamado a la Familia, la Comunidad y la Participación, se enfoca en la naturaleza social y comunitaria de los humanos. Dios no quiere que estemos solos, ¿Correcto?
Obispo Vásquez: Si, desde el principio de la creación, tal como lo leemos en el libro de Génesis, Dios nos creó como seres sociales con un énfasis en la dignidad humana, la familia y en cómo es que somos guardianes de nuestros hermanos y hermanas. Tal como el Papa Francisco escribe en Fratelli Tutti, nadie puede experimentar el valor de vivir sin rostros concretos a quienes amar. Aquí hay un secreto de la verdadera existencia humana, (no. 87)
Nuestros recientes Santos Padres, particularmente el Papa Paulo VI, San Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI han puesto énfasis en la belleza y lo sagrado de la familia humana. Nuestras familias son el lugar en el que descubrimos a Dios, descubrimos quiénes somos y cómo amarnos mutuamente. Cuando nuestras familias son fuertes, la sociedad permanece fuerte. Por lo tanto, debemos proteger la santidad del matrimonio y el fortalecimiento de los lazos familiares.
San Juan Pablo II escribió en Familiaris Consortio que las familias cristianas dan testimonio del Reino de Dios y de la paz de Cristo a través de un involucramiento activo en la sociedad y al apoyar asociaciones devotas al bien común. Cuando individuos locales y familias se unen, pueden abordar colectivamente problemas sociales. Por lo tanto, la participación activa en nuestras comunidades es necesaria para todos.
Todos juegan una parte en la sociedad. En nuestra comunidad, podemos unir nuestros dones y crear una presencia unificada que busca lo mejor para cada miembro de nuestra comunidad. Como una iglesia, nos unimos como comunidad para interceder por los marginados y para defender las vidas de los más jóvenes y los ancianos. Juntos podemos hacer una diferencia en nuestro mundo.
Editora: La llamada a la participación en comunidad nos lleva al tercer pilar, que es Derechos y Responsabilidades. ¿Cuáles son nuestras responsabilidades como seguidores de Cristo?
Obispo Vásquez: Nuestra tradición Católica nos enseña que la dignidad humana es respetada y una comunidad fuerte se mantiene solo si los derechos humanos son protegidos, y nuestras responsabilidades son cumplidas. Cada persona, sin importar su edad, sus antecedentes, cultura o estatus económico, merece ser tratada con decencia y respeto.
“El hombre tiene el derecho de vivir. Tiene el derecho de su integridad corporal y de accede a los medios necesarios para el desarrollo apropiado de la vida, particularmente al alimento, el vestido, el albergue, el cuidado médico, el descanso, y finalmente, los servicios sociales necesarios,” San Juan XXIII escribió en Pacem in Terris.
Nuestras responsabilidades incluyen intervenir por el bien común y ayudar a los pobres y a los vulnerables que no pueden intervenir por si mismos. Una de las maneras más poderosas de participar en nuestra democracia es votar en nuestras elecciones locales, estatales y nacionales. La Iglesia Católica no dice a los fieles por quién o por qué partido votar, en su lugar, los fieles formarán sus conciencias de acuerdo a la verdad de Dios.
Mientras nos preparamos para votar, debemos orar por obtener la guía de Dios y estudiar la sagrada escritura, la enseñanza de la iglesia y la enseñanza social Católica. Entonces debemos aprender más sobre los candidatos y los temas en juego en cada elección. Solo entonces habremos cumplido nuestra responsabilidad cívica cuando votemos el día de la elección.
En años recientes, nuestra nación se ha dividido más y más y ha habido mucha polarización aún dentro de nuestra iglesia. Por lo tanto, es también importante que cuando nos encontremos con aquellos que no están de acuerdo con nosotros, respondamos con caridad y amabilidad. Cada uno de nosotros debemos estar abiertos al diálogo cívico con nuestros miembros familiares, amigos y compañeros americanos sobre los temas que enfrenta nuestra nación para que juntos podamos construir puentes e identificar soluciones a los problema que enfrentamos.
Editora: ¿Cuál es su oración mientras que fielmente ejercitamos esos derechos y responsabilidades?
Obispo Vásquez: Dios, Padre Nuestro, nos has creado como seres sociales responsables unos de los otros. Haz que trabajemos juntos para crear una sociedad más justa, más compasiva y más amorosa. Fortalece nuestra decisión de trabajar juntos por el bien común y el bienestar de todos, especialmente los pobres y vulnerables. Amén.
El Obispo Jose S. Vasquez es el quinto obispo de la Diócesis de Austin, que es el hogar de más de 700,000 Católicos.