“Trato de encontrar maneras en las que puedo demostrar que el CSA y lo que la diócesis hace beneficia directamente a nuestra parroquia,” dijo el Padre Blevins, pastor de St. Joseph Mission en Mason y de Holy Trinity Parish en Llano.

Como el único empleado en las dos parroquias, él confía en la diócesis para recibir asistencia y también para los ministerios que pequeñas comunidades rurales como la suya no podría proveer por si sola.

Él también enfatiza cómo vocaciones y escuelas Católicas son una inversión importante para el futuro de la fe Católica, aunque no hay escuelas Católicas presentes en el decanato.

“Aunque no parezca que está beneficiando directamente a esta comunidad local cuando a la diócesis le va bien, a toda la diócesis le va bien,” dijo. “Nos ayudamos y apoyamos mutuamente, y estoy agradecido por las veces en las que representativos de la diócesis han venido para diferentes eventos para mostrar que, aunque somos unos de los más lejanos de Austin, somos igualmente importantes y aún somos miembros del cuerpo de Cristo”.

El año pasado, debido al programa de subvención del CSA para parroquias y escuelas, también pudo decir a sus congregaciones, “miren, hemos recibido de regreso más de la diócesis de lo que enviamos”. 

Durante el llamado, las parroquias ganan boletos por lograr varios hitos, y el Obispo José Vásquez escoge al azar los boletos ganadores en una recepción en su honor en octubre. Los ganadores reciben subvenciones de un total de $150,000 para operaciones parroquiales y asistencia para la colegiatura. En 2022, St. Joseph and Holy Trinity estaban entre las 16 parroquias que ganaron y recibieron subvenciones de $5,000 y $2,500 respectivamente en el sorteo del CSA de 2021-2022.

Poco después de recibir el cheque, dos de las tres unidades de aire acondicionado de Holy Trinity dejaron de funcionar durante un clima de 110 grados. Tener fondos disponibles para cubrir ese costo inesperado “ayudó tremendamente,” dijo el Padre Blevins.

En general, él cree que la honestidad ha sido clave del éxito que el CSA ve en sus parroquias. “Los tiempos son duros. Todo mundo está pidiendo dinero; todo mundo tiene problemas de dinero. Les pido que solo hagan lo que puedan para reconocer las bendiciones que Dios les ha dado y vean cómo pueden compartirlas con otros que pueden ser menos afortunados,” dijo.