Sta. Gertrudis la Grande
1256-1302 | Festividad: 16 de noviembre
Monja benedictina y mística
1256-1302 | Festividad: 16 de noviembre
Monja benedictina y mística
Si alguna vez has rezado por las almas del purgatorio, es muy posible que hayas rezado por ellas la Oración de Santa Gertrudis. Gertrudis fue una monja benedictina, teóloga y mística alemana. Es la única santa católica conocida con el título de “La Grande”. En 2010, el Papa Benedicto XVI dijo: “A este mundo pertenece Gertrudis, una de las místicas más famosas, la única mujer de Alemania que recibió el apelativo de ‘Grande’, por su talla cultural y evangélica: con su vida y su pensamiento influyó de modo singular en la espiritualidad cristiana” (Audiencia General 6 de oct.).
Poco se sabe de los primeros años de vida de esta notable mujer. Ingresó en una comunidad monástica a la edad de 10 años, presumiblemente tras quedar huérfana a una edad temprana. Allí recibió educación y formación religiosa. A partir de los 24 años, Gertrudis experimentó visiones que continuaron a lo largo de su vida, cambiando sus prioridades de este mundo a Dios, mientras se dedicaba a estudiar las Escrituras y la teología, y también a cultivar una intensa vida de oración. Fue particularmente devota del Sagrado Corazón de Jesús y se convirtió en una de las místicas más importantes del siglo XIII. También sentía gran simpatía por las almas del purgatorio. En una visión, Cristo dio a Santa Gertrudis una oración por las pobres almas del purgatorio, que ella rezaba a menudo.
Aunque Santa Gertrudis escribió mucho, hoy sólo sobreviven algunos de sus escritos, como El Heraldo del Amor Divino, Oraciones Gertrudianas y su colección de Ejercicios Espirituales. Es la patrona de numerosas parroquias y escuelas; además, es la inspiración del Monasterio Benedictino de Santa Gertrudis, en Idaho.
Oración de Sta. Gertrudis
Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio, por todos los pecadores del mundo. Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en su propia casa y dentro de mi familia. Amén.
