Editora: Obispo Vásquez, el Santo Padre lo ha designado arzobispo de Galveston-Houston. Díganos cómo se sintió cuando escuchó esta noticia.

Obispo Vásquez: Esta designación me llegó como una completa sorpresa. El nuncio apostólico me llamó el 13 de enero mientras llegaba a la oficina. Me dijo que el Santo Padre me había designado arzobispo de Galveston-Houston. Me acuerdo que me preguntó, “Esto es bueno, ¿no?” Y yo le dije que haría lo que fuera que me pidiera el Santo Padre.

Ya que esta designación no es algo que yo esperaba, me sentí abrumado. Acepté la noticia con humildad porque sé que viene de Dios, y quiero serle obediente.

Habiendo tenido tiempo para procesar esta nueva asignación, me siento profundamente honrado de saber que el Papa Francisco tiene confianza en que yo sea el pastor de la Arquidiócesis de Galveston-Houston, una diócesis grande y diversa. Así que, mientras que mi tiempo en Austin se acerca a su fin, le pido a Dios que me ayude a través del Espíritu Santo y me dé las gracias que necesitaré para servir a la gente de Dios en la iglesia de Galveston-Houston.

De alguna manera este es un regreso a casa para mí. Serví como obispo auxiliar de Galveston-Houston de 2002 a 2010, así que conozco a muchos de los sacerdotes y a muchos de los fieles que sirven ahí. Espero con ansia renovar muchas relaciones y construir nuevas.

Editora: ¿Qué han significado para usted los 15 años que ha pasado en el Centro de Texas?

Obispo Vásquez: Servir como el obispo de la Diócesis de Austin ha sido una gran bendición para mí. He hecho tantos amigos maravillosos, y me llevaré muchos buenos recuerdos cuando me mude a Houston.

Mi alegría más grande es pasar tiempo con mis sacerdotes, ya que ellos son mis principales colaboradores y me han ayudado a cuidar de la gente de la diócesis. No podría hacer esto sin ellos. He disfrutado nuestro tiempo juntos en convocaciones y días de oración, y particularmente en ordenaciones, cuyos días son los más alegres para mí.

He amado visitar a la gente de Dios y ser parte de ella. Amo celebrar confirmaciones con jóvenes ya que ellos desean vivir su fe como discípulos de Jesucristo.

También disfruto visitar nuestras escuelas Católica en las que nuestros jóvenes están tan ansiosos de aprender no sólo sobre temas académicos, sino también sobre su fe y sobre Cristo y su iglesia.

Estoy agradecido con los diáconos y los hombres y mujeres consagrados, y especialmente con el personal pastoral de la Diócesis de Austin. Su apoyo hacia mí ha sido excepcional, y han estado conmigo en cada paso del camino mientras he servido a la gente de Dios en esta vibrante y creciente iglesia en el Centro de Texas.

Hemos logrado muchas cosas en los últimos 15 años: hemos dado la bienvenida a nuevos Católicos, incrementado el número de seminaristas, dedicado muchas nuevas iglesias y edificios y ¡aún hay mucho en el horizonte! Qué bendición ha sido servir a la Diócesis de Austin, la cual está llena de gente que ha mostrado tanta generosidad. Nuestra gente tiene una fe fuerte, y aman a Cristo y a la iglesia. Servir como el pastor de esta iglesia local me ha traído incontables bendiciones.

Editora: Antes de que se vaya, ¿nos daría una bendición final, por favor?

Obispo Vásquez: Dios todo poderoso, mientras me preparo para dejar la Diócesis de Austin, bendice a toda la gente de esta iglesia local. Que su fe en Cristo nuestro Salvador se fortalezca; bendícelos abundantemente para que puedan servir a Cristo en sus hermanos y hermanas, especialmente en los pobres, los débiles y los que están solos. Que nuestra iglesia sea un hogar en el que todos sean bienvenidos, cuidados y amados. Pido la bendición de Dios en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¿Qué sigue?

El Obispo Vásquez será instalado como el noveno arzobispo de Galveston-Houston el 25 de marzo en la Co-Cathedral of the Sacred Heart en Houston. Para mayor información, visite archgh.org.

Cuando el Obispo Vásquez sea instalado en Houston el 25 de marzo, la Diócesis de Austin quedará vacante. El Colegio de Consultores se reunirá dentro de los ochos días posteriores para seleccionar a un administrador diocesano que continúe el trabajo del obispo hasta que un futuro obispo sea nombrado por la Santa Sede.

Para mayor información, visite austindiocese.org.