Mientras crecía en Angleton, 30 millas al sur de Houston, el joven Matthew no sabía que quería hacer con su vida. Aún durante su primer año en Texas State, no estaba seguro de su camino profesional. Sin que él lo supera, una vida de devoción a Dios se estaba formando para él desde hacía años.

La fidelidad de los padres del Padre Jewell a la Misa Dominical y a la recepción de los sacramentos fueron sus primeras influencias. Después, como un estudiante de primer grado, comenzó a pasar tiempo en Our Lady of Wisdom University Parish y asistiendo a la Misa diaria. Posteriormente lideró varios retiros y se rodeó de personas que compartían sus ideas. La rutina típica del estudiante universitario de fiestas frecuentes no le interesaba.

“La comunidad de la iglesia era cercana y era un lugar seguro. Siempre estaba rodeado de amigos. Nunca sentí realmente la necesidad –aunque claro que la tentación existe – pero nunca sentí una tentación suficientemente fuerte para sentirme en el borde de caer. Me sentía bien de estar ahí en la comunidad Católica” dijo el Padre Jewell.

Parte de la comunidad Católica es un grupo misionero de jóvenes adultos y estudiantes universitarios llamada Saint Paul’s Outreach. Jewell disfrutaba ser parte del grupo y se mudó a una casa en la que las discusiones alrededor de la mesa de la cocina eran usualmente sobre religión y filosofía.

Durante sus cuatro años en Texas State, Jewell encontró un mentor en el Padre Will Straten, sacerdote asignado a la parroquia en ese momento.

El Padre Straten notó que Jewell estaba asistiendo a la Misa diaria por que quería estar ahí, no porque tuviera que hacerlo. Dijo que era emocionante ver a Jewell, quien al principio era callado y reservado, organizando retiros y tomando roles de liderazgo. Jewell estaba viviendo su fe y liderando con el ejemplo.

“Cuando ves a un estudiante creciendo en su fe, este comienza a hacer preguntas y muestra un deseo de querer orar y acercarse a Dios y comienza a reconocer que quiere que su fe sea una gran parte de su vida, no solo algo del domingo. Y eso se podía ver en Matthew,” dijo el Padre Straten. “Así que fue bonito verlo crecer en su fe, haciendo buenas preguntas, preguntas correctas, y quizás renunciando a ciertas cosas del mundo, tal vez a la vida de ciertos estudiantes universitarios”.

Después de su graduación de Texas State, el Padre Jewell entró directamente al seminario. Él sabía lo que quería – el sacerdocio. En general, estudió siete años en tres seminarios y pasó su año pastoral en Santa Cruz Parish en Buda.

Como sacerdote, el Padre Jewell ahora espera con ansia servir a otros, celebrando los sacramentos, enseñando sobre la fe y compartiendo el Evangelio. Como amante de la filosofía, estudió a San Agustín, John Henry Newman y especialmente a Thomas Merton. Tal como a estos venerables antepasados, estudiar para el sacerdocio le ha ofrecido la oportunidad de reflexionar sobre preguntas existenciales tales como: ¿Por qué existen los humanos? Y ¿Cuál es nuestro propósito?

“Las matemáticas son importantes. La ciencia es importante. Pero algunas cosas se pierden en el camino si no sabes quien te creó, de qué estás hecho, en qué dirección vas…nuestra fe responde estas preguntas. Quiere dar a la gente la verdad,” El Padre Jewell dijo. “El papel de un sacerdote en el mundo no ha cambiado desde que Cristo lo instituyó. Se supone que el sacerdote sea Cristo en el mundo, es un mediador llevando a la gente hacia la salvación”.

Los padres del Padre Jewell continúan apoyándolo mientras comienza su vocación al sacerdocio. Su madre, Frances, ora por su hijo y está emocionada de verlo triunfar como sacerdote.

“Ha llegado a donde quiere y va a ser una alegría para él y para nosotros. Estamos tan orgullosos,” dijo.

El Obispo Vásquez ha designado al Padre Jewell como sacerdote asociado en la parroquia de Santa Cruz en Buda.