Uno de los principales eventos para promover las vocaciones es la Diocesan Vocations Awareness Week, la cual ofrece tres eventos que el ministerio planea y organiza: Hora Santa por las Vocaciones, el Domingo del Llamado y Lecciones sobre Vocaciones. Ellos trabajan con el pastor parroquial, el administrador, el personal parroquial, el director de la formación en la fe y el ministerio juvenil para hacer que cada una de estas tareas sea exitosa.

Como un ministerio, han ofrecido visitas seminaristas, ofrecido transportación al Project Andrew en Waco a posibles futuros sacerdotes, invitado a otros ministerios a asistir a reuniones, ofrecido el Vocations Ministry Welcome Sunday para que los parroquianos y sus invitados conozcan más sobre el tema, y han colocado posters sobre las vocaciones a los largo de la propiedad parroquial. Pronto esperan tener un crucifijo itinerante de vocaciones para que las familias se lo lleven a casa y oren por las vocaciones.

El año pasado, el grupo planeó una cena y un programa de oradores para los estudiantes religiosos de preparatoria. Los oradores invitados incluyeron al Padre Miguel Flores, un sacerdote diocesano sirviendo en Fort Cavazos, y dos hermanas de las Dominican Sisters of Mary, Mother of the Eucharist. Los estudiantes disfrutaron de una comida, escucharon las historias de las vocaciones personales de los invitados y participaron en una sesión de preguntas y respuestas.

Fomentar las vocaciones en Christ the King ha sido algo significativo y una bendecida experiencia para cada miembro del ministerio, dijeron. Mientras van creciendo en su ministerio, han obtenido valor para aproximarse a parroquianos o a visitantes después de la Misa para preguntarles si han considerado el sacerdocio o la vida religiosa e invitarlos a un evento diocesano.

Chris Anderson, nuevo miembro del ministerio, dijo, “Estoy feliz de participar y llamar la atención hacia la necesidad de las vocaciones en nuestra diócesis y en el mundo”.

Steve Wick, presidente del ministerio, dijo que, en sus 2000 años de historia, la iglesia ha enfrentado muchos retos que disminuyen el desarrollo del cuerpo, la mente y el espíritu. Por ello, dijo “Es imperativo que, con la guía del Espíritu Santo, nosotros como miembros del Cuerpo de Cristo hagamos todo lo que podamos por fomentar, animar, y apoyar a aquellos de nuestros miembros llamados al sacerdocio y a la vida religiosa. Estos serán nuestros líderes futuros, quienes, a través del trabajo de su vida de oración y ministerio, guiarán a la iglesia hacia adelante superando todos los retos”.