Invitando a la gente a Misa con un toquido y una sonrisa
En St. Luke Parish en Temple, el primer sábado de cada mes, el Padre John Guzaldo y un equipo de parroquianos caminan por las calles de Temple para evangelizar.
En St. Luke Parish en Temple, el primer sábado de cada mes, el Padre John Guzaldo y un equipo de parroquianos caminan por las calles de Temple para evangelizar.
El Padre Guzaldo fundó el Ministerio Door to Door en enero de 2015 en St. Louis Parish en Waco, donde él era el pastor en ese momento. Él dijo que la idea nació cuando la parroquia estaba comenzando a ofrecer una Misa en español. Él se preguntaba por qué las personas cruzaban el pueblo para asistir a Misa en una parroquia distinta. Entonces decidió ir de puerta en puerta e invitar a aquellos que vivían en el vecindario cercano a la iglesia a Misa. Él recordó a su padre sirviendo en el ministerio de puerta en puerta cuando era un niño, y recordó a personas de otras fes que iban de puerta en puerta también.
El Padre Guzaldo y algunos parroquianos planearon reunirse la primera vez; sin embargo, debido a un error en la comunicación, él estaba en la iglesia orando mientras su equipo tocaba la puerta en su casa. Así que, el Padre Guzaldo decidió ir solo en un día frío y nublado. Recuerda haberse dicho a si mismo, “¡estoy loco!”
En la primera casa, salieron perros a recibirlo, así que se retiró. La segunda casa estaba vacía. Entonces cruzó la calle y tocó en la puerta de la tercera casa. Una señora hispana lo saludó y mientras él comenzaba a presentarse, ella dijo, “Sé quien es usted. Lo veo en la televisión”. Él preguntó “¿Es usted Católica?” y para su alegría, sí lo era. Él procedió a invitarla a Misa. Con renovado espíritu, fue a varias casas más y conoció a algunos vecinos. Comenzó a pensar, “Casi está empezando a ser divertido”.
En la última casa, a solo 100 yardas de St. Louis Parish, había una familia que lo invitó a pasar. Eran Católicos pero asistían a Misa al otro lado del pueblo. El ministerio Door to Door, probó ser fructífero ese primer día, mientras los miembros de la familia se convertían en buenos amigos del Padre Guzaldo y fieles parroquianos. Él les da crédito como parte instrumental en el cambio y en el crecimiento de la presencia hispana y la comunidad en la parroquia. La pareja se casó en la iglesia y sus hijos se unieron al grupo juvenil y trajeron a sus amigos del vecindario. A pesar de un gran comienzo solo, el Padre Guzaldo extrañaba a su equipo de parroquianos.
El siguiente mes algunos parroquianos se le unieron, y el ministerio creció en múltiples grupos. Eventualmente él pasó el ministerio cuando fue transferido a St. Luke Parish en Temple en 2018. Después de pocos meses de su llegada, el Padre Guzaldo introdujo el ministerio en la parroquia. La misión del ministerio Door to Door es alcanzar a Católicos antiguos o no practicantes. La aproximación del Padre Guzaldo es simple: sonríe, sé amigable y da la bienvenida. La meta es invitar a la gente a la iglesia dejando claro que no hay nada en venta ni se solicitan donaciones. Con permiso, los visitantes dejan un boletín parroquial, y un regalo tal como un rosario, una medalla, un separador de libros o un libro.
El Padre Guzaldo siente que los días de esperar a que la gente venga a la iglesia se acabaron, así que su misión es invitar a la gente a que regrese al culto divino.
“¡Necesitamos ir a buscarlos!” dijo.
Los parroquianos que participan en el ministerio sienten que se benefician grandemente de caminar por las calles y llegar a sus vecinos. Aún cuando no tienen éxito, sienten que ello los fortalece y deciden seguir adelante. Después de cada viaje, se reúnen y comparten las experiencias del día. Comparten un alimento y continúan construyendo su comunidad mientras comparten el amor de Cristo mutuamente y con la comunidad general. Varios miembros han experimentado un crecimiento en su propia fe mientras invitan a sus vecinos a Misa.
Como dijo un participante, “¿Por qué hago las cosas buenas que hago? Por que puede llevar a la gente a un mayor entendimiento de cómo vemos a Dios en cada una de sus criaturas y eso es lo que siento cuando salimos allá afuera”.
Raquel Rodriguez es madre de tres hijos con pasión por los viajes en su alma. Es una parroquiana de St. Ignatius Martyr Parish en Austin.