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 | Por El Padre Greg Gerhart | Columnista Invitado

La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos

Siempre es oportuno enfocarnos en contestar al llamado de Dios, y este año en la Diócesis de Austin, la necesidad de hacerlo es más aparente. Por primera vez en cerca de 20 años, la diócesis no celebrará una ordenación sacerdotal.

Nuestra situación aquí en el Centro de Texas me recuerda el pasaje en el Evangelio de Mateo cuando Jesús mira a la multitud y ve que son como ovejas sin pastor. Él siente compasión en su corazón y nos dice, “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha”. Nosotros, que amamos al Sagrado Corazón de Cristo también sentimos su compasión por el rebaño, y buscamos asegurarnos de que no seamos nunca como ovejas sin pastor. 

Desde esta compasión, la Diócesis de Austin espera con confianza celebrar el Domingo del Llamado. El 21 y 22 de enero, los sacerdotes de la diócesis predicarán sobre el tema de las vocaciones, compartirán su historia de vocación, y animarán a sus parroquianos a compartir los nombres de hombres y mujeres que puede que estén siendo llamados al sacerdocio o la vida religiosa.

En 2021, la Oficina de Vocaciones recibió más de 200 nombres, y el año pasado, ¡recibimos más de 300! Cada persona cuyo nombre recibimos fue invitada a asistir a eventos de discernimiento y a retiros. Después de asistir, varios de ellos están ahora discerniendo sobre el sacerdocio y la vida religiosa. Gloria a Dios, y ¡gracias a ustedes!

Una cultura de vocaciones es aquella en la cual es natural para los Católicos preguntarse “Señor, ¿cuál es tu voluntad para mi vida?”

Ello incluye una consciencia de que no existe una vocación determinada y un entendimiento de que cada Católico debe estar abierto a un llamado al Sacerdocio o a la vida religiosa. Finalmente, una cultura de vocaciones es una en la cual la gente de Dios ora activamente por las vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa y que intencionalmente invita a otros a considerar estas vocaciones. 

Dios es el único que nos salva y nos llama; Él es quien nos salvó a través del amor de Cristo, y Él es quien llamó a María para que fuera la madre de nuestro Salvador. Pero Dios se deleita con nuestra ayuda. Él quiere salvarnos a través de las manos de los sacerdotes cuando ellos bendicen, absuelven y consagran. Él quiere salvarnos a través de los corazones de las hermanas religiosas que sanan, guían y fortalecen nuestra fe. Y Él quiere llamar a hombres y mujeres a estas nobles vocaciones a través de nuestra invitación.

Marquen sus calendarios el 21 y 22 de enero y comiencen a considerar en oración cómo pueden contestar al llamado de Dios. Ya sea que están discerniendo la voluntad de Dios para su vida o buscando animar a aquellos que puede que estén llamados al sacerdocio o la vida religiosa, cooperemos con el plan de Dios para hacer de este Domingo del Llamado una ocasión de gran bendición para nuestra diócesis.


El Padre Greg Gerhart, un sacerdote diocesano ordenado en 2016, sirve como director de Vocaciones para la Diócesis de Austin. Él puede ser contactado en el (512) 949-2405 o en fr.greg.gerhart@austindiocese.org. Visite austinvocations.com para mayor información sobre vocaciones en la Diócesis de Austin.

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