Actualmente, la diócesis tiene 41 seminaristas en varios estados de formación, y el Padre Greg Gerhart, director de vocaciones, anticipa tener 50 seminaristas este otoño. Los 13 nuevos seminaristas que comenzaron la formación en el otoño de 2023 fueron el número más grande en la historia reciente – si es que no en todos los 75 años de la diócesis.

“Las oraciones y la coordinación de nuestros esfuerzos de formar e invitar personas están dando fruto,” dijo.

Incremento de vocaciones

En 2022, la diócesis invitó a Rhonda Gruenewald, fundadora de Vocation Ministry, para hablar sobre el incremento en las vocaciones en la convocación anual de sacerdotes. Bajo su dirección, los pastores identificaron a cinco personas para dirigir el ministerio en sus parroquias. Estos “promotores de vocaciones” asistieron entonces a un taller –realizado en inglés y español—con Gruenewald y su asociada, Leticia Ramirez.

 “Todos esos promotores de vocaciones volvieron a las parroquias e implementaron nuestro plan diocesano para las vocaciones, el cual es, ‘orar, formar e invitar,’” dijo el Padre Gerhart. “Nos hemos coordinado de una gran manera –de una manera en la que no nos hemos coordinado antes a lo largo de la diócesis—para orar por las vocaciones, formar personas, escuchar el llamado de Dios y responder a él, y para invitar a las personas a considerar si Dios los podría estar llamando al sacerdocio o a la vida religiosa”.

Nuestra iniciativa anual, el Domingo del Llamado, es cuando los sacerdotes de la diócesis predican sobre las vocaciones e invitan a parroquianos a enviar los nombres de hombres y mujeres que sienten que pueden estar siendo llamados al sacerdocio o la vida religiosa. El Domingo del Llamado del 2023 resultó en 975 nombres enviados a la Oficina de Vocaciones. El Padre Gerhart y su personal contactaron a estos hombres y mujeres a través de cartas, textos y correos electrónicos.

Testimonio personal

El nombre de Qui Ton, 27, fue enviado por compañeros parroquianos de St. Mary Cathedral en Austin, durante el Domingo del Llamado de 2022. “Ese evento me lanzó a una apertura gradual hacia la voluntad de Dios, y no podría estar más feliz de que se me haya pedido considerar el sacerdocio,” dijo. Posteriormente, Ton asistió al Project Andrew, un día con el Obispo José Vásquez que permite a hombres solteros, de edades de entre 14 a 49 años, la oportunidad de asistir a Misa, orar, atender presentaciones sobre el sacerdocio, y conocer muchos sacerdotes de la diócesis.

 “Al final, hablé con el Padre Greg, quien me recomendó iniciar Discernment 180 y también me aseguró que Dios sólo desea lo mejor para mí,” dijo Ton. “Eventualmente me di cuenta de que el discernimiento no podía más que abrir grandes posibilidades para mí, ya fuera que eso involucrara al sacerdocio o no, así que decidí dedicar mi tiempo a recibir su divina voluntad para mi vida en oración”.

Ton aplicó al seminario, y este otoño cambiará una carrera como ingeniero de software por un mayor discernimiento como un seminarista.

Si bien el hecho de que Ton y tantos otros hombres respondan a la oración, la formación y la invitación es una bendición, tiene un costo. La diócesis paga $70,000 al año por cada hombre, lo cual cubre la matrícula completa, el alojamiento y la alimentación, un estipendio mensual para gastos y seguro médico, si es necesario. Multiplique ese número por 10, la cantidad de años que algunos seminaristas pasan preparándose para el día de su ordenación, dependiendo de sus antecedentes educativos al momento de su ingreso, y la cantidad es significativa. Especialmente cuando el total aplica a 50 hombres.

Financiando a aquellos en formación

La diócesis está buscando más allá de sus fuentes estándar para el financiamiento de la formación de seminaristas, tales como el Llamado Para Los Servicios Católicos así como el fondo creado con donativos de la campaña Encontrando a Cristo. Un llamado seminarista se lanzará esta primavera para ayudar a cubrir el déficit previsto de financiación –que continuará creciendo mientras que, Dios mediante, más hombres respondan al llamado del Señor a servir como uno de sus pastores.

Para hacer una donación a este llamado,

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