“Pensé, ‘¿Es esto realmente a lo que Dios me está llamando?’” dijo McNaughton, de 28 años, parroquiano de St. Vincent de Paul Parish en Austin. “Una de las cosas difíciles del seminario es que estás aprendiendo mucho sobre ti mismo también. Estás pasando por muchos cambios”.

Pero un día a la semana, recibía un paquete de cartas de niños que estaban orando por él en su hogar de la Diócesis de Austin. “Esos pequeños ánimos me recordaron por qué estaba en el seminario, por qué estoy haciendo esto,” dijo. “Me recordaban que no estoy solo”.

McNaughton es uno de 60 hombres en formación en la actualidad para la Diócesis de Austin –un número significativo de seminaristas para una diócesis de cualquier tamaño, y el cual se espera que crezca a 65 el próximo año escolar.

“Esta es una bendición increíble para nuestra Iglesia y un testamento del trabajo de nuestro ministerio de vocaciones,” dijo Scott Whitaker, director de la Oficina de Corresponsabilidad y Desarrollo.

También es un reto, agregó, ya que el costo de formación anual por seminarista es de cerca de $70,000 al año. Esta cantidad incluye colegiatura, cuarto y alimentos, un estipendio mensual para gastos y seguro médico, si es necesario. Además, la mayoría de los hombres pasan hasta 10 años preparándose para el día de su ordenación, dependiendo de sus antecedentes educacionales en el momento de su ingreso.

Pero tal como las oraciones de los niños que animaron a McNaughton, la generosidad y el apoyo de los fieles en el Centro de Texas están ayudando la Diócesis con esto. En 2024, después de darse cuenta de que las fuentes tradicionales de fondos para la formación seminarista –tales como el Llamado Para Los Servicios Católicos (CSA por sus siglas en inglés), un fondo creado con donativos de la campaña Encontrando a Cristo, y subvenciones—no eran ya suficientes para cubrir los gastos de tantos hombres respondiendo al llamado del Señor a servir como uno de sus pastores, el Obispo José Vásquez decidió lanzar un Llamado Seminarista anual en 2024.

En su año inaugural, el llamado recaudó el doble de su meta de $500,000, llevando a la diócesis a establecer $1 millón como la meta del Llamado Seminarista del 2025. Tanto los donativos de una sola vez como los continuos son bienvenidos y dirigidos exclusivamente a la educación de seminaristas.

Desde que el Padre Greg Gerhart lanzó el programa del Ministerio de Vocaciones en parroquias hace tres años, muchos han esperado y orado por tener más hombres estudiando para el sacerdocio.

“Este incremento en seminaristas es literalmente la respuesta a nuestras oraciones,” dijo Whitaker.

Ahora en su tercer año de configuración en St. Mary’s Seminary en Houston, McNaughton será ordenado al diaconado transicional esta primavera y al sacerdocio en 2026. Él continúa agradecido por la gente que camina con él en este viaje hacia la ordenación sacerdotal.

“Definitivamente es un viaje que no podría realizar sin las oraciones y el apoyo de la gente de la Diócesis de Austin –toda esa gente que me ha apoyado a lo largo de los años en el seminario,” dijo.