| Por Personal del Catholic Spirit

Misioneros llevan retiros más allá de las fronteras

En 2008, el Diácono Roberto Martínez de Austin recibió a profesores visitantes y a estudiantes de posgrado de la Universidad de San Marcos en Lima, Perú. Durante la visita, discutieron la posibilidad de llevar los retiros de Cristo Renueva Su Parroquia (ahora Welcome/Bienvenidos) a Perú. Seis meses más tarde, uno de esos estudiantes de posgrado llamó al Diácono Martínez con noticias de que la Parroquia de la Congregación Canonesa de la Cruz en Cusco, Perú, había recibido permiso del obispo local para dar la bienvenida al retiro. De esta manera nació la organización sin fines de lucro Texas Internacional Misioneros de Cristo (Misioneros).

Los Misioneros ofrecieron ese primer retiro a la Congregación Canonesa en Perú en julio de 2009.

Después del retiro, la Hermana Reyna Pineda Moreno, superiora de las hermanas religiosas que sirven en la parroquia, escribió una carta al Obispo Gregory Aymond, obispo de Austin en ese momento, dándole las gracias por permitir que los Misioneros fueran a Perú.

“Deseo darle las gracias infinitas por enviar a nuestros hermanos y hermanas del grupo de Cristo Renueva Su Parroquia…En los días del 4 y 5 de julio de 2009, sentimos la presencia del Espíritu Santo lo que ha venido a renovar nuestro compromiso con Dios hacia nuestros hermanos y hermanas,” escribió.

Después del primer retiro, otro fue ofrecido en Perú y otro en St. George Parish en Fort Worth. Entre 2014 y 2022, los Misioneros llevaron retiros a muchas parroquias en México y Centro América. Su retiro más reciente se llevó a cabo en Barinas, Venezuela, en diciembre pasado.

El Diácono Martínez, que fue ordenado en 1998 y ha servido en Sacred Heart Parish en Austin, dijo que la misión de los Misioneros es responder al llamado de Cristo a ser discípulos y a salir al mundo proclamando la Buena Nueva. Los retiros son liderados por voluntarios laicos que se enfocan en el amor y la misericordia de Dios a través de testimonios personales.

El grupo busca hacer que los retiros estén disponibles para parroquias Católicas a lo largo del continente Americano para que todos puedan experimentar cómo es que Dios trabaja a través de los demás para que la gente se acerque a Él, dijo el Diácono Martínez. Durante los retiros, plantan semillas, nutridas con la palabra y el amor de Dios, y después de que se realizan los retiros de plántulas, los participantes comienzan la formación para dar el próximo retiro en su parroquia y eventualmente en otras parroquias.

Rolando Jaimes, quien sirve como presidente de Misioneros, se sintió abrumado por la emoción después de un retiro en Venezuela.

“Fue un milagro. Estoy dejando a gente hermosa atrás, buena gente, gente muy generosa a pesar de su vida humilde y sus escasos recursos. Sí, puede que me esté yendo, pero mi corazón se quedará aquí con la gente de Venezuela. Mientras que Dios lo permita, mi deseo es continuar siendo un misionero de Cristo y divulgando la palabra y el amor de Dios, “ dijo.

Los participantes en el retiro con frecuencia comparten  cómo es que se conmueven durante el retiro también.

“Sus cálidos testimonios hacen que lo imposible, sea posible en mí. Sinceramente me identifico con lo que comparten. Me mueven como un ser humano, esposo, padre e hijo,” dijo un participante.

Un participante del retiro en México expresó cómo quería ser un mejor padre y esposo después del retiro.

“No me había dado cuenta de qué tan lejos de Dios estaba y qué tan alejado de mi familia, ” dijo.

El clero está también agradecido por los retiros.

“Esta fue una gran ayuda para los fieles creyentes en todos lados, incluyendo a nuestros religiosos. Todos encontraron a Cristo y al Espíritu Santo. Muchos fueron movidos a acercarse a la confesión, aunque algunos no habían recibido este sacramento en mucho tiempo. Gracias por esta ayuda espiritual que nos trajeron, que incluso nosotros [sacerdotes] necesitábamos. Dios los bendiga,” dijo un sacerdote venezolano.

El Diácono Martínez dijo que los Misioneros quieren conocer y sentir el amor de Dios.

“Y habiendo sentido el amor de Cristo, queremos compartir el amor unos con otros a lo largo de la comunidad,” dijo.


Para ofrecer apoyo a los Texas Internacional Misioneros de Cristo contacte a Rolando Jaimes llamando al (512) 801-5604.