| Por Alfredo E. Cárdenas | Corresponsal

Santa Barbara espera con ansias más espacio para el culto divino

Cuarenta años después de que Católicos en Hornsby Bend en el extremo este de Austin comenzaron a celebrar Misas en el hogar de Candelaria Gonzales, están ahora construyendo una nueva iglesia para cuidar de las necesidades de una parroquia en constante crecimiento. La nueva estructura en Santa Barbara Parish, con capacidad para sentar a 700 personas, reemplazará a la iglesia actual, la cual tiene espacio sólo para 300 personas.

El Padre Froy Jerez, pastor de Santa Barbara, dijo que la necesidad de un espacio más grande es debido a “que el área está creciendo, y tenemos más parroquianos que cuando comenzamos, y la vieja iglesia no puede ya acomodar el número de personas que tenemos”. La parroquia ha crecido a un poco más de 1,000 familias. El incremento de parroquianos requiere que la parroquia celebre cinco Misas dominicales, incluyendo una Misa de vigilia el sábado en la noche.

Fundado en 1832, Hornsby Bend es el asentamiento más antiguo en Travis County. Aunque, sin duda, los Católicos hicieron su hogar en la antigua comunidad, no había suficientes de ellos para organizar una iglesia. No fue sino hasta 100 años más tarde, en los años 1940, que sacerdotes misioneros comenzaron a visitar el área para catequizar. Reuniéndose en hogares locales, la gente se agrupaba para rezar el rosario y compartir el Catecismo. Entonces, cuando podían animar a un sacerdote a que los visitara, celebraban Misa en casas del barrio.

Más tarde, en 1982, Guadalupe Martinez comenzó a ir a Austin a reclutar sacerdotes para que vinieran al hogar de su madre a celebrar Misa regularmente. En sus visitas a Austin, Martinez siempre procuraba visitar al Obispo John McCarthy y urgirlo a construir una iglesia en su comunidad.  Pronto, aquellos asistiendo a Misa en el hogar de Candelaria Gonzales eran demasiados, así que se mudaron a una capilla temporal en el garaje abierto de tres plazas de Joe Arellano.

En el verano de 1990, el Obispo McCarthy aceptó la invitación para celebrar Misa en el taller mecánico. Él trajo a dos amigos de Houston, Neil y Barbara Hanson. La devoción de la gente hacia su espacio de culto divino primitivo movió a los Hansons a donar una casa ubicada en seis acres en Hornsby Bend para que se usara como una iglesia. En 1996 la comunidad construyó su primera iglesia con asientos para 150 personas. Dos años más tarde, compraron cinco acres adicionales, y los Hansons les transfirieron catorce extra. El crecimiento continuó sin disminución.

Hoy, 99 por ciento de los parroquianos son hablantes de español  y el sacerdote celebra todas menos una Misa dominical en español. La Misa en inglés es la única Misa que es capaz de ser acomodada con la capacidad actual de 300 asientos. 

“Necesitamos más asientos para acomodar a más parroquianos en las Misas en español,” dijo el Padre Jerez. “Tratamos de cubrir esa necesidad y pedimos permiso del Obispo José para demoler la pared que separaba la vieja iglesia del salón parroquial, y aún así, sólo podemos acomodar a 300 parroquianos”.

Aquí entra el Proyecto del Anillo Este del Obispo José Vásquez. El Obispo ha comprometido $10 millones de la Campaña Encontrando a Cristo para ayudar a tres parroquias crecientes en el este del Condado de Travis a construir espacio adicional en su iglesia: St. Joseph en Manor, San Francisco Javier en Hwy. 183 y Santa Barbara en Hornsby Bend.

El Director Diocesano de Construcción y Planeación, Patrick Baker dijo que la nueva iglesia en Hornsby Bend costará $4.85 millones, con la diócesis contribuyendo $2.6 millones y la parroquia $2.25 millones. La contribución diocesana iría a estructuras, mientras que Santa Barbara proveería la tierra y los muebles litúrgicos además de la construcción.

A través de los años, Santa Barbara – localizada en 13713 FM 969, una milla al este de Texas 130 –ha acumulado alrededor de 25 acres de tierra, así que tiene mucho espacio para el nuevo santuario en su presente ubicación. Además, la iglesia tendrá espacio para expandirse a 400 asientos adicionales, 200 en cada lado de la capilla principal.

“La parroquia recaudará el dinero para pagar por los muebles y las ventanas,” dijo Baker. “La iglesia abrirá sin vitrales, pero será construida de tal manera que los vitrales puedan ser agregados”.

Baker estima que el costo de los vitrales comienza en $400,000. Además, la parroquia está comprometida con la compra de bancas ($140,000)’ el altar de sacrificio, el altar de reposo, el ambón y la pila bautismal ($55,000); y los muebles litúrgicos ($25,000). Baker agregó que la parroquia necesita $2 millones como parte de su parte del financiamiento y pedirá muy probablemente $500,000 prestados a la diócesis.

El impacto económico de la pandemia del COVID-19 impactó los esfuerzos de recaudación de fondos de la parroquia de manera adversa, dijo el Padre Jerez. Las mayoría de los parroquianos de Santa Barbara no están acostumbrados a hacer contribuciones en línea; por lo tanto, la parroquia invitó a los parroquianos a que depositaran sus donaciones en la oficina parroquial. Bajo la actual inflación económica, los parroquianos están también enfrentando dificultades, aún así, están haciendo su mejor esfuerzo para cumplir sus compromisos.

“Todos nuestros parroquianos y cada ministerio están involucrados y comprometidos en apoyar este proyecto,” dijo el Padre Jerez. “He recibido apoyo especial de nuestro Consejo Financiero Parroquial y del Equipo de Liderazgo Ministerial”.

Para bajar costos, CasaBella Architects diseñó las tres Iglesias en el Proyecto del Anillo Este, y el Navcon Group está construyéndolas con un inicio rodante y bajo un contrato único. Mientras que el plano de planta es idéntico para las tres iglesias, la fachada de cada uno es única.

En Santa Barbara, la estructura de acero está casi completada, el techo y las paredes laterales están bajo construcción, y el estacionamiento ha sido completado. Se espera que el Obispo Vásquez dedique la nueva iglesia a finales del próximo febrero.


Alfredo E. Cárdenas comenzó como un escritor independiente para el Catholic Spirit en 2000, escribiendo historias sobre las parroquias. En 2010, el Obispo Michael Mulvey de la Diócesis de Corpus Christi lo nombró editor del South Texas Catholic, una publicación de la Diócesis de Corpus Christi. Después de su retiro, en 2017, volvió a Austin donde comenzó de nuevo a escribir para el Catholic Spirit.