Somos uno en el Cuerpo de Cristo
Editora: Con esta entrevista, cerramos nuestra serie sobre la enseñanza social Católica hablando sobre la solidaridad y el cuidado de la creación de Dios. Comencemos por la solidaridad y lo que significa.
Obispo Vásquez: La solidaridad es la creencia de que Dios creó todo y a todos; por lo tanto, todos estamos interconectados. Porque Dios me ha puesto en este mundo, tengo hermanos y hermanas de quienes soy responsable. Como hijos de Dios, somos una familia sin importar nuestras diferencias raciales, étnicas, económicas u otras diferencias.
San Pablo escribe de manera hermosa a los Corintios, “Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”. Hemos sido hechos a imagen y semejanza, y aunque cada uno tenemos diferentes dones, somos responsables unos de otros. Juntos debemos trabajar para eliminar la pobreza, la injusticia, y la desigualdad para que nuestros hermanos y hermanas se desarrollen como hijos de Dios, y podamos prosperar como el Cuerpo de Cristo.
Editora: Cuidar de la creación de Dios es el último tema de la enseñanza social Católica. ¿En qué consiste esto?
Obispo Vásquez: Al principio de su pontificado, el Papa Francisco escribió Laudato Si’ en la cual se enfoca en el cuidado del medio ambiente y la Tierra, nuestro hogar común. El Santo Padre insiste que el cuidado del medio ambiente y de la gente de Dios están íntimamente conectados. “Una verdadera aproximación ecológica siempre se convierte en una aproximación social; debe integrar preguntas sobre la justicia en los debates sobre el medio ambiente, para escuchar ambos, el grito de la Tierra y el de los pobres…Todo está conectado. La preocupación por el medio ambiente necesita, por lo tanto, unirse a un amor sincero por nuestro prójimo, los seres humanos, y a un compromiso inquebrantable hacia la resolución de problemas sociales”. (Laudato Si’, 49, 91)
Dios nos ha dado la Tierra, un hermoso hogar común, y no ha confiado su cuidado. Cuando la creación es abusada o maltratada, hay consecuencias y la gente, particularmente la gente pobre, sufre. Debemos cuidar la Tierra para las generaciones futuras. Un gran ejemplo de esto es la granja en St. Louis the King of France Parish en Austin en donde los voluntarios trabajan en equipos para cultivar la tierra y producir frutos y vegetales frescos. Los productos se entregan a St. Louis Food Pantry, que distribuye comida a nuestros hermanos y hermanas necesitados. ¡Qué bendición para nuestra comunidad!
Editora: ¿Cómo podemos implementar la enseñanza social Católica en nuestras vidas diarias?
Obispo Vásquez: Como dije antes, la enseñanza social Católica es uno de los mejores secretos de la Iglesia Católica. Espero y oro por que, a través de estas entrevistas, hayamos concientizado a la gente de lo que la iglesia enseña y cree sobre la humanidad, la santidad de la vida y nuestra responsabilidad mutua. Necesitamos enseñar estos valores en nuestras escuelas Católicas y en nuestras clases de educación religiosa, y necesitamos ayudarnos mutuamente para poner nuestra fe en acción. La enseñanza social Católica nos ayuda a entender la importancia de construir una sociedad donde todos sean respetados, cuidados y valorados.
También, mientras nos preparamos para las próximas elecciones, podemos usar la enseñanza social Católica para formar nuestras conciencias. Debemos estudiar a los candidatos y los temas, y con la ayuda de estas enseñanzas, determinar cómo es que los candidatos se alienan con nuestra fe. En línea en faithfulcitizenship.org, podemos encontrar más información sobre nuestras responsabilidades políticas. Mientras vaya leyendo los documentos, reconocerá muchos de los mismos temas encontrados en la enseñanza social Católica.
Editora: ¿Cuál es su oración por todos nosotros mientras formamos nuestras conciencias para votar?
Obispo Vásquez: Padre amoroso, tu Amado Hijo nos enseñó a amarnos y servirnos mutuamente, y a través de su muerte y resurrección, nos trajo vida nueva. Que el Espíritu Santo nos guíe a trabajar en solidaridad para el bien común y para continuar protegiendo la dignidad de cada vida humana. Por favor, únenos como una familia y haz que permanezcamos unidos en tu amor. Amén.
Encuentre más información sobre la Ciudadanía Fiel en línea en faithfulcitizenship.org.
El Obispo José S. Vásquez es el quinto obispo de la Diócesis de Austin, que es el hogar de más de 700,000 Católicos.