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Bienaventurados los pobres de espíritu

 

Editora: Obispo Vásquez, mientras continuamos adentrándonos en la enseñanza social Católica, nuestro próximo tópico es la Opción por los Pobres y Vulnerables. Comencemos definiendo ¿quiénes son los pobres y vulnerables?

Obispo Vásquez: Los pobres es un término que incluye a aquellos que no cuentan con los recursos financieros para proveerse a si mismos, así como también se refiere a aquellos que son espiritualmente pobres. Los pobres incluyen a personas que se encuentran sufriendo con una adicción e incluso a aquellos que han sido criados sin Dios. Los vulnerables son aquellos que tienen mayores posibilidades de ser abusados por la sociedad, ya sea que se trate de un bebé en el vientre materno, un niño pequeño o una persona anciana que depende de otros para su cuidado.

Nuestra responsabilidad como miembros del Cuerpo de Cristo es cuidar de los oprimidos, las viudas, los huérfanos, los extranjeros tal como lo escuchamos una y otra vez en el Viejo Testamento. En la Escritura, Dios nos dice que habrá consecuencias si no cuidamos de los pobres y vulnerables.

Debemos recordar que nosotros también somos pobres en el hecho de que dependemos totalmente de Dios. Todo lo que tenemos es un regalo de Dios. Cuando Jesús dice en el Sermón de la Montaña, “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los Cielos,” Él quiere decir que son bienaventurados quienes confían completamente en Dios y no en su riqueza, su prestigio o su poder. Debemos darnos cuenta de que todo viene de Dios, y cuando ofrecemos nuestra ayuda a aquellos que viven en la pobreza y a aquellos que no tienen voz, estamos siguiendo el mandamiento de Jesús de amar a los otros. “Porque con la medida que ustedes midan, serán medidos ustedes,” Jesús dijo en el Evangelio de Lucas.

En nuestra diócesis, somos bendecidos de tener a Catholic Charities of Central Texas y a la Society of St. Vincent de Paul que ofrecen un espectro amplio de servicios a los pobres y vulnerables a lo largo del Centro de Texas. A través de estas agencias podemos apoyar a aquellos empobrecidos, enfermos, que sufren o que son adictos. Podemos también apoyar a aquellos necesitados simplemente al estar presente para nuestro prójimo en nuestras comunidades.

Editora: ¿Qué significa tener una opción preferencial por los pobres y vulnerables?

Obispo Vásquez: La opción preferencial por los pobres y vulnerables significa que pongamos las necesidades de los pobres y vulnerables primero. Estamos llamados a responder a sus necesidades aunque no tengan manera de ser recíprocos. Como Católicos debemos hablar por ellos y no tener miedo de alzar nuestras voces e intervenir por ellos, para que no se abuse de ellos. Como nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica, “El amor de la Iglesia por los pobres… Está inspirado en el Evangelio de las Bienaventuranzas, en la pobreza de Jesús y en su atención a los pobres”. (CCC 2444)

Editora: El siguiente tópico es la Dignidad del Trabajo y los Derechos de los Trabajadores. Este tema alcanzó un momento álgido después de la Revolución Industrial y continúa siendo una preocupación actualmente, ¿cierto?

Obispo Vásquez: Sí, el Papa León XIII en su encíclica Rerum Novarum  afirma con mucha claridad los derechos de los trabajadores al descanso y al pago y tratamiento justos. La dignidad de cada persona que les ha sido dada por Dios, le da derecho a la seguridad en el lugar del trabajo. El trabajo es más que una manera de ganarse la vida; es una forma de continuar participando en la creación de Dios.

Desde el comienzo de la creación, en el libro de Génesis, Dios pone al hombre en el jardín del Edén para que cultive y cuide la tierra. Cuando trabajamos, estamos colaborando con Dios en la construcción de un mundo y una sociedad mejores. Nuestro trabajo nos da dignidad, y el Señor bendice nuestro trabajo para que compartamos sus frutos con otros.

Editora: ¿Cuál es su oración por aquellas personas pobres luchando por encontrar trabajo significativo y por salir del círculo de la pobreza?

Obispo Vásquez: Dios, que aquellos luchando contra la pobreza se reconozcan a si mismos como dignos de amor y dignidad por que han sido creados a tu imagen y semejanza. Porque son nuestros hermanos y hermanas, ayúdanos a nosotros, quienes hemos recibido tus bendiciones, a alcanzarlos con compasión y misericordia. Que en nuestros encuentros con los pobres y vulnerables reconozcamos el rostro de Cristo. Y que nuestro trabajo y todo lo que hacemos glorifique al Señor. Amén.


El Obispo José S. Vásquez es el quinto obispo de la Diócesis de Austin, que es el hogar de más de 700,000 Católicos.

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