Editora: Obispo Vásquez, el Papa Francisco ha declarado al 2025 como un Año de Jubileo para toda la iglesia. ¿Qué es un Año de Jubileo?

Obispo Vásquez: El jubileo es un momento importante para que la iglesia se centre una vez más en el mensaje de Jesús de alegría y esperanza. Es un tiempo de gracia en la vida de la iglesia para que se renueve espiritualmente, de manera en que podamos seguir adelante con la misión de llevar a Cristo al mundo. El año Jubilar de 2025 no es un año extraordinario, tal como fueron el Año de Fe o el Año de Misericordia, sino uno dentro del ciclo regular de cada 25 años.

El tema escogido por el Santo Padre para este año es Peregrinos de Esperanza, que está basado en las palabras de la carta de San Pablo a los Romanos, “la esperanza no decepciona”. (Rom 5:1-2).

Desafortunadamente, mientras miramos al mundo alrededor hoy, tenemos guerra, división y mucho sufrimiento. Aun así, como el Papa Francisco escribe en la bula papal que establece el Jubileo 2025, “En el corazón de cada persona, vive la esperanza como el deseo y la expectativa de la venida de buenas cosas, a pesar de que desconocemos lo que traerá el futuro…Para todos nosotros, que el Jubileo sea una oportunidad de ser renovados en la esperanza”.

Debemos recordar que la esperanza no son solo ilusiones o un perpetuo optimismo, nuestra esperanza es el conocer a la persona de Jesucristo y saber que Él triunfó sobre el pecado y la muerte y que se levantó de la tumba. Como Peregrinos de Esperanza, estamos llamados a continuar el viaje de vida viajando hacia nuestro destino final, que es estar con Cristo por la eternidad.

Editora: ¿Cómo celebrará la Diócesis de Austin el Jubileo?

Obispo Vásquez: Comenzaremos el Jubileo con una Misa el 29 de diciembre en St. Mary Cathedral en Austin. A través del 2025, tendremos varias parroquias y centros universitarios designados como sitios de peregrinaje que los fieles podrán visitar para orar y recibir una indulgencia plenaria; también existe la oportunidad de ganar una indulgencia con una obra de misericordia o penitencia y aquellos que están confinados en casa pueden ganar una indulgencia con oraciones (vea el cuadro). Claro, los fieles pueden también viajar a Roma y pasar a través de las Puertas Santas para ganar una indulgencia.

Editora: Mientras nos aproximamos al año nuevo, ¿Cuáles son sus prioridades para el 2025?

Obispo Vásquez: Durante los últimos meses, he pasado tiempo en un retiro con nuestro personal y he tenido la oportunidad de consultar con nuestros líderes diocesanos respecto a mis prioridades para el 2025. La primera prioridad es la familia, que es la base de nuestra sociedad. En nuestro mundo necesitamos valorar y estimar la vida familiar. La iglesia debe apoyar y proteger la santidad de nuestras familias y de cada individuo en nuestras familias, sin importar su edad, estatus o antecedentes.

Mi Segunda prioridad es los jóvenes adultos. La iglesia debe valorar a nuestra juventud y a los jóvenes adultos que tienen mucho que ofrecer a nuestra sociedad. Aún dentro de nuestra propia iglesia, no siempre se escucha a nuestros jóvenes, aun así ellos traen mucha vida y entusiasmo a nuestra iglesia. Debemos invitar y animar a nuestros jóvenes a que se involucren en nuestras parroquias y ayuden a liderar nuestros ministerios.

Mi tercera prioridad son las vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa. La iglesia necesita más hombres que quieran ser buenos y santos sacerdotes para celebrar los sacramentos con la gente de Dios. Y necesitamos hombres y mujeres religiosos que caminen con la gente de Dios. Con frecuencia, se me pregunta por qué no tenemos más sacerdotes en una parroquia, o por qué es que sacerdotes externos son enviados a una parroquia. Mi respuesta es simple: No tengo suficientes sacerdotes y nuestros sacerdotes están envejeciendo. Por lo tanto, debemos continuar promoviendo y orando por más vocaciones.

Las tres prioridades están interconectadas. La familia es donde las semillas de la fe son plantadas, y en nuestros jóvenes y jóvenes adultos esas semillas comienzan a florecer, y esperanzadamente, algunas de esas flores se convertirán en sacerdotes y en hermanos y hermanas religiosos.

Editora: Mientras comenzamos el Jubileo 2025, ¿Cuál es su oración por todos nosotros?

Obispo Vásquez: Padre de toda bondad, tú enviaste a tu Hijo unigénito Jesucristo al mundo para que fuera nuestro Salvador. A través de su muerte y resurrección, se convirtió en nuestra fuente de esperanza, una esperanza que no decepciona. Llenos del Espíritu Santo, envíanos como peregrinos a proclamar la esperanza al mundo. Amén.

Sitios de Peregrinaje en la Diócesis de Austin

St. Mary Cathedral en Austin

Holy Cross Parish en Austin

Holy Vietnamese Martyrs Parish en Austin

Our Lady of Guadalupe Parish en Temple

St. Joseph Parish en Bryan

St. Mary Parish en Lampasas

Santa Cruz Parish en Buda

St. Mary Catholic Center en College Station

University Catholic Center en Austin

St. Peter Catholic Student Center en Waco

Our Lady of Wisdom University Parish en San Marcos

Detalles de las Indulgencias Plenarias del Jubileo

Existen cuatro condiciones fundamentales para todas las Indulgencias Plenarias del Jubileo:

• Desprendimiento Interior de todo pecado
• Sacramento de la Reconciliación
• Sagrada Comunión
• Oraciones por las intenciones del papa

(Padre Nuestro y Ave María son sugeridos)

Entonces, unos días antes o después de lo mencionado arriba, se puede realizar una de las tres opciones de abajo:

Opción 1: Visitar un sitio designado de peregrinaje (de la lista de arriba o uno en Roma) y asistir a Misa, o a la Liturgia de la Palabra, o rezar la Liturgia de las Horas, las Estaciones de la Cruz, el rosario o pasar tiempo en adoración Eucarística.

Opción 2: Realizar un trabajo de misericordia o penitencia (participar en una misión, ejercicios espirituales, o realizar actividades, o visitar a los enfermos, prisioneros, ancianos o personas incapacitadas; o abstenerse al menos por un día a la semana de distracciones fútiles y consumo superfluo, donando a los pobres o sirviendo como voluntario en la comunidad).

Opción 3: Los fieles que estén confinados en casa, pueden orar el Padre Nuestro, la Profesión de Fe, y otras oraciones en conformidad con los objetivos del Año Santo, en sus hogares o donde sea que estén confinados, ofreciendo sus sufrimientos.