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 | Por Rebecca Spellacy

La Cuaresma es una invitación para crecer con el Señor

¡La Cuaresma se acerca! Que estos 40 días previos a la gran celebración de la Pascua nos acerquen a Cristo. En su mensaje de Cuaresma de 2021, el Papa Francisco escribió, “El llamado a experimentar la Cuaresma como camino de conversión y oración, y para compartir nuestros bienes, nos ayuda – como comunidades y como individuos –a revivir la fe que viene del Cristo vivo, la esperanza inspirada por el aliento del Espíritu Santo y el amor que fluye del corazón misericordioso del Padre”.

Cada año, durante la Cuaresma, surgen muchas de las mismas preguntas. Aquí hay algunas de las que he estado contestando últimamente.

¿Qué es la Cuaresma y cuándo comienza?

La Cuaresma es la temporada de 40 días que comienza el Miércoles de Ceniza (2 de marzo) y termina con la puesta del sol del Jueves Santo (14 de abril). Nota: estas fechas cambian cada año por que la fecha de la Pascua cambia cada año. La Cuaresma es un periodo de preparación para aquellos que serán bautizados en la Pascua. Para aquellos de nosotros que ya estamos bautizados, la Cuaresma es una temporada que nos invita a prepararnos para la Pascua y la celebración de la Resurrección del Señor. La Cuaresma es una invitación a la conversión y el crecimiento en nuestras vidas con el Señor.

¿Por qué es que mi iglesia se ve diferente durante la Cuaresma?

Durante la Cuaresma, puede que note que su iglesia se ve diferente a las semanas anteriores. El color litúrgico es morado y no hay flores alrededor del altar. Esto es por que la Cuaresma es una temporada penitencial. El color morado es el color de la penitencia y un recordatorio de que las cosas no son como antes. La falta de flores y la aparición de decoraciones menos festivas en la iglesia nos recuerdan que la Cuaresma es un tiempo de reflexión en oración y arrepentimiento.

Durante la Semana Santa (Del Domingo de Ramos hasta la Vigilia Pascual), la iglesia cambiará cómo se ve unas cuantas veces más. Usted notará que los colores cambian otra vez (rojo en Domingo de Ramos y Viernes Santo, blanco en el Jueves Santo). En Jueves Santo habrá flores de nuevo otra vez. Estos cambios reflejan de nuevo la naturaleza cambiante de la celebración litúrgica del día.

¿Qué es ayunar?

Ayunar significa que a una persona le es permitida una pequeña comida al día con dos comidas más pequeñas permitidas, si es necesario. Las dos pequeñas comidas no deben igualar el tamaño de la comida de gran tamaño. El agua está siempre permitida.

¿Tengo que ayunar?

En Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, los Católicos de edades de entre 18 y 59 años están obligados a ayunar, excepto si no son capaces de hacerlo con seguridad debido a razones de salud (por ejemplo, si está embarazada o se tiene alguna enfermedad).

¿Puedo comer carne durante la Cuaresma?

Los Católicos mayores de 14 años están obligados a abstenerse de comer carne los viernes durante la Cuaresma y el Viernes Santo.

¿Por qué no cantamos el Gloria y el Aleluya en Misa durante la Cuaresma?

El Gloria y el Aleluya son ambas canciones de gozo y alabanza. Debido a la naturaleza penitencial de la Cuaresma, nos abstenemos de estos signos de gozo para ayudarnos a entrar más profundamente en la temporada de Cuaresma. Esto también, hará que el canto gozoso de ellos en la Pascua sea más poderoso y significativo.

Sin embargo, hay excepciones: pueden ser cantados en Misas Rituales y solemnidades (tales como la festividad de San José o la Anunciación) por que son días de gran solemnidad y gozo en la iglesia.

¿Tengo que confesarme durante la Cuaresma?

Uno de los preceptos de la iglesia es confesar nuestros pecados y recibir el sacramento de la reconciliación (confesión) al menos una vez al año. Mientras que todo Católico es animado a aprovechar el sacramento con la frecuencia necesaria, la Cuaresma provee de una oportunidad para prepararnos de manera más completa para celebrar la Resurrección de Cristo en la Pascua.

¿Cuáles son las ‘marcas de la Cuaresma’?

Las ‘marcas de la Cuaresma’ son prácticas tradicionales asociadas con la temporada Cuaresmal: oración, ayuno y limosna. Las tres están enraizadas en la Escritura y nos proveen de maneras para acercarnos a Dios.

La oración es la conversación con Dios. Debe siempre estar en el corazón de nuestra vida espiritual. La oración es esencial cuando observamos el ayuno damos la limosna por que asegura que estén enraizadas en Dios y no en nuestro propio sentido de identidad.

Con frecuencia pensamos que ayunar es renunciar a la comida, y ayunamos en ese sentido durante ciertos momentos durante la Cuaresma, así como nos abstenemos de comer carne. Sin embargo, el ayunar no se trata solo de comida. Es una práctica temprana de la iglesia, que también tiene raíces en la fe judía. Nos ayuda a ver la dependencia en Dios de nuestra propia vida. Es una noble práctica “ayunar” de cosas que no nos están acercando a Dios: el chisme, el juzgar a otros, el consumir medios que no son constructivos, etc. Todas estas cosas nos ayudan a recordar que necesitamos enfocarnos primero en Dios y en su cuidado y que debemos tener hambre de Él.

La limosna es un brote natural de la realidad de que la oración y el ayuno nos recuerdan de nuestra dependencia total de Dios y de su amor por nosotros como sus hijos e hijas. El dar limosna nos permite mostrar nuestra gratitud a Dios por todo lo que nos ha dado y es un signo sensible del amor que tenemos por nuestro prójimo como hijos de Dios.


Para obtener mayores recursos sobre la Cuaresma, visite www.austindiocese.org/resources-for-lent.