| Por Obispo Joe S. Vásquez

Celebremos a nuestro padres y sacerdotes y oremos por ellos

 

Editora: Obispo Vásquez, pronto celebraremos el Día del Padre. ¿Cómo es San José un modelo a seguir para los padres?

Obispo Vásquez: A lo largo de su pontificado, nuestro Santo Padre el Papa Francisco ha puesto énfasis en la vida de San José como un modelo a seguir para todos nosotros, particularmente para los padres. Una de las primeras cosas que el Papa Francisco hizo fue incluir el nombre de San José en la Misa y darnos al Año de San José.

En la Escritura, si observamos la vida de San José, él era un hombre silencioso (no se le atribuyen palabras en la Escritura), aun así, era un hombre de acción. Él escuchó la voz de Dios y entonces respondió, tal como cuando dio la bienvenida a María como su esposa. Escuchó la voz del ángel y respondió a Dios, como cuando se llevó a María a Belén, en donde ella dio a luz a Jesús. Él protegió a María y a Jesús cuando Herodes trató de matar a Jesús. De nuevo escuchó la voz de Dios y huyó con María y Jesús a Egipto. José siempre estaba escuchando y respondiendo a Dios, por lo tanto es un gran modelo a seguir en lo que se refiera a cómo cuidó de su esposa y de Jesús. 

Editora: Recientemente, usted perdió a su propio padre, descanse en paz. ¿Qué papel jugó él en su vocación?

Obispo Vásquez: Mi padre fue muy importante en mi vocación. Inicialmente, no apoyaba que yo entrara al seminario. Dado que yo era su hijo mayor, él quería que yo me dedicara a una profesión. No era que no tuviera gran admiración por los sacerdotes, pero creo que pensaba que la vida de un sacerdote era muy difícil y solitaria. Él pensaba que sería más feliz con una carrera, una esposa y una familia. Sin embargo, cuando vio la alegría y la felicidad que mi vocación me traía, cambió de idea y me apoyó por completo.

Mi padre amó a mi madre y a nosotros, sus seis hijos. Nos apoyó en todo lo que hicimos, y quiso estar presente para mi madre y para sus hijos. Cuando mi madre luchó contra la diabetes casi al final de su vida, él la sostuvo y la cuidó con cariño. El ejemplo de mi padre me ha ayudado a moldear mi sacerdocio. Su sacrificio, fortaleza y dedicación hacia nuestra familia son cualidades que valoro como sacerdote. Los sacerdotes estamos llamados a ser buenos y cariñosos padres y a cuidar de la iglesia como a una novia y a cuidar de la totalidad del cuerpo de Cristo.  Los sacerdotes se santifican través del sacrificio y el amor que tienen por la gente a la que sirven.

Somo bendecidos con buenos y santos sacerdotes en la Diócesis de Austin. A ellos les preocupa profundamente la gente que se les ha confiado. Los padres buenos se enamoran de la gente que se les ha pedido que sirvan. Como obispo y como sacerdote, quiero lo mejor para la gente de Dios. Y oro por que nuestros sacerdotes continúen liderando, guiando, retando, consolando y orando por toda la gente a la que sirven.

Editora: Este es el primer año en bastante tiempo, en el que la diócesis no celebrará una ordenación sacerdotal. ¿Cuál es el estado de las vocaciones en nuestra diócesis?

Obispo Vásquez: Hemos sido bendecidos en esta diócesis con vocaciones maravillosas. Por muchos años, hemos tenido un gran número de seminaristas. Este año, por primera vez en casi 20 años, no ordenaremos un sacerdote.

Este es un momento triste en la vida de nuestra iglesia local, y pienso que es un momento para que todos nosotros –clero y laicos—nos preguntemos: ¿Qué estoy haciendo para promover las vocaciones?

No es solamente la responsabilidad del director de la Oficina de Vocaciones el promover las vocaciones al sacerdocio. También necesitamos que cada sacerdote y cada Católico se involucre en este esfuerzo.

Como digo con frecuencia a nuestros sacerdotes, “Ustedes son directores de vocaciones”. Un sacerdote fomenta vocaciones y anima a los jóvenes a considerar el sacerdocio a través de la manera en la que comparte su alegría y amor por el sacerdocio.

También animo a las familias a orar por las vocaciones y a orar por que todos los padres estén abiertos a la posibilidad de que sus hijos sean llamados por Dios a servir a la Iglesia. Pregunten a sus hijos: ¿Crees que Dios te puede estar llamando a ser un sacerdote o un diácono? Todos nosotros en la Diócesis de Austin somos responsables de crear una cultura de vocaciones. Únanse a nosotros el 10 de junio a las 10 a.m. en una Hora Santa por las vocaciones en St. Louis Parish en Austin.

En Febrero, en el Project Andrew, fuimos bendecidos de tener 95 hombres de diferentes edades que vinieron a aprender más sobre cómo discernir el llamado a una vocación sacerdotal. No hay duda de que Dios está llamando a la gente a servir como sacerdotes y religiosos, así que debemos continuar orando por los hombres para que estén abiertos al llamado de Dios y debemos ayudarlos a escuchar y entender ese llamado.

Editora: ¿Cuál es su oración por todos los padres, laicos y clero?

Obispo Vásquez: Oro por que Dios bendiga a nuestros padres biológicos y espirituales. Que nuestros sacerdotes continúen guiándonos a un acercamiento mayor hacia Dios mientras siguen el ejemplo de San José, un esposo fiel para María y un cuidadoso y protector padre para Jesús. San José, ¡ruega por nosotros! Amén.


El Obispo José S. Vásquez es el quinto obispo de la Diócesis de Austin, que es el hogar de más de 700,000 Católicos.