| Por Shelley Metcalf | Editora

Nuevo pastor es originario del Centro de Texas

El obispo Daniel García fue instalado como el sexto obispo de la Diócesis de Austin el 18 de septiembre en St. William Parish en Round Rock.

Nuestro nuevo pastor ha vivido de acuerdo a las palabras de su lema episcopal “Camina humildemente con Dios,” un principio guía al que se abrazó aún antes de su ordenación sacerdotal en 1988.

El mayor de cuatro hijos, creció en el pequeño pueblo de Cameron, que está alrededor de 30 millas al sureste de Temple.

“Nuestra fe era el centro de nuestras vidas,” reflexionaba durante una entrevista a mediados de julio. La familia Garcia era parroquiana de Blessed Sacrament Parish en Cameron hasta su primer año de preparatoria cuando un incendio destruyó la parroquia, lo que los llevó a St. Monica Parish. Siguiendo el ejemplo de sus padres y abuelos, el Obispo Garcia recuerda que él y sus hermanas fueron muy activos en ambas parroquias.

El Obispo Garcia, quien cumplió 65 años recientemente, dijo que al crecer en Cameron su vida estaba primariamente compuesta de cuatro cosas: iglesia, familia, escuela y actividades atléticas. A pesar de tener una profunda conexión con la iglesia, el sacerdocio no era inicialmente su plan. No comenzó a considerar el sacerdocio hasta después de la preparatoria.

“Nunca me vi yendo al seminario,” dijo. “Pensé que iba a ser un doctor de algún tipo”.

A la edad de 21 años, después de un par de años en la universidad y de regresar a casa para trabajar en un hospital local, comenzó a hacerse algunas preguntas difíciles.

“Fue en ese momento, en el que me di cuenta, de que mi corazón estaba mucho más abierto a explorar el sacerdocio. Naturalmente me involucre más con la Iglesia como un adulto joven. Sin duda, mi pastor en ese momento, Monseñor Louis Pavlicek, me ayudó a considerar seriamente la posibilidad de un llamado al sacerdocio,” dijo el Obispo Garcia al Catholic Spirit en 2015.

Pronto ya no pudo ignorar una callada pero persistente pregunta de Dios, “¿lo intentarías?”

¡Y vaya que lo intentó! a la edad de 22 años entró a la formación sacerdotal y obtuvo una licenciatura en artes liberales de la University of St. Thomas en Houston en 1984 mientras que asistía a St. Mary Seminary. Obtuvo una maestría en divinidad justo antes de ser ordenado sacerdote por el Obispo John McCarthy en 1988.

Sus primeras asignaciones como pastor asociado de St. Catherine of Siena Parish, Cristo Rey Parish, y St. Louis King of France Parish fueron todas en Austin. Entonces, fue nombrado pastor fundador de St. Vincent de Paul Parish en el noroeste de Austin en 1995.

“Mi tiempo en St. Vincent de Paul Parish me ayudó a entender verdaderamente lo que significa ‘caminar con la gente que sirves,’” dijo. “También me confirmó que hay gente en la parroquia que tiene dones que yo no poseo, y cuando trabajamos juntos, el resultado final es increíble”.

La parroquia comenzó con 235 familias dedicadas que realizaron el culto divino en Deer Park Middle School por varios años antes de que el centro de actividades parroquiales fuera construido en 2001. Entonces el Obispo (ahora Arzobispo) Joe Vásquez dedicó el nuevo y hermoso santuario en 2012.

Poco después, en 2014, el Arzobispo Vásquez nombró al Padre Garcia como vicario general y moderador de la curia para la Diócesis de Austin. Un año después, fue nombrado el primer obispo auxiliar de la Diócesis de Austin.

“Como pastor por muchos años, me acostumbré a servir a una parroquia local, la cual era muy pequeña geográficamente,” dijo el Obispo Garcia. Después, como vicario general y aún más como obispo auxiliar, se dio cuenta de la amplitud de servir a más de 123 parroquias, misiones, y centros Católicos, en 25 condados en el Centro de Texas.

Mientras sus responsabilidades incrementaban, se dio cuenta de que necesitaba encontrar más tiempo en su agenda diaria para la oración.

“Es tan importante hacer tiempo para Dios. Siempre he animado a los laicos que están tan ocupados a que hagan tiempo, algunos minutos de entre los asuntos del día para escaparse y orar. He aprendido la importancia de hacer tiempo para estar en silencio y escuchar a Dios,” dijo.

A finales del 2018, fue nombrado obispo de Monterey, California, la cual se encuentra en la costa del Pacífico, al norte de la Arquidiócesis de Los Ángeles. Monterey, conocido por sus hermosas costas y tierra de agricultura, incluye las muy conocidas áreas de Pebble Beach y Carmel, así como las áreas rurales de Salinas Valley. El área es conocida como “el Tazón de Ensalada del Mundo” porque produce una amplia variedad de lechuga, así como de otros vegetales.

“Hay una gran disparidad de riqueza en la Diócesis de Monterey,” dijo el Obispo Garcia. “Las industrias de la hospitalidad y el turismo son enormes aquí, pero también lo es la comunidad agricultora la cual incluye a aquellos que trabajan en los campos de vegetales de Salinas Valley”.

Dijo que el aspecto más difícil de mudarse a la Diócesis de Monterey fue que no conocía a nadie. El fallecimiento repentino de su predecesor, el Obispo Richard Garcia, significó que dependió mucho del Obispo Emérito Sylvester Ryan, quien sirvió como obispo de Monterey de 1992 a 2006.

“El Obispo Ryan tiene ahora 94 años, y su amistad ha sido una bendición para mí,” dijo el Obispo Garcia. “Él fue una fuente de fortaleza y ánimo para mí a lo largo de mis seis años y medio en California”.

Mientras se prepara para Volver a Texas como el próximo obispo de Austin, es agridulce dejar Monterey y a la gente que ha llegado a querer.

“La Diócesis de Monterey es vibrante y viva, y la gente me ha hecho un mejor sacerdote, un mejor obispo y un mejor pastor. Voy a extrañar profundamente a la gente de Monterey,” dijo.

El Obispo Garcia dijo que estaba bastante sorprendido cuando el nuncio apostólico lo llamó para darle la noticia de su nueva asignación en Austin. Nunca esperó volver a Texas, pero está agradecido de regresar a casa a la Diócesis de Austin.

“La diócesis está llena de gente con tantas gracias, dones y talentos. Es mi esperanza reencontrarme con todos ustedes a quienes ya he conocido y conocer a aquellos a quienes no he encontrado antes,” dijo el Obispo Garcia.

Él admitió que el Centro de Texas ha cambiado desde que él se fue hace seis años y medio, pero lo que no ha cambiado es la misión de la iglesia.

“Estamos llamados a compartir las buenas noticias con todos a quienes encontramos…podemos hacer esto con nuestro conocimiento, con nuestras palabras, pero el mayor impacto es con la manera en la que vivimos nuestras vidas,” dijo.

Este es un tiempo de división, de sufrimiento, de odio y de dolor en nuestro país y en nuestro mundo, dijo el obispo.

“Los pobres, los débiles, aquellos que viven en los márgenes de nuestra sociedad y vida no pueden ser olvidados en nuestras políticas y en nuestras prácticas,” dijo. “La iglesia debe ser una voz para aquellos que no tienen voz”.

Por nuestro bautismo, se nos han dado las gracias necesarias para hacer “cosas maravillosas para el mundo,” dijo.

El Obispo Garcia alabó el liderazgo del Arzobispo Joe Vásquez, su antiguo obispo y amigo.

“Estoy tan agradecido de tener tan excelente ejemplo de un amoroso y cuidadoso pastor. Espero con ansias construir sobre las muchas cosas buenas que él ha hecho en esta diócesis,” dijo el Obispo Garcia.


Shelley Metcalf ha trabajado en el equipo del Catholic Spirit desde 1997; fue nombrada editora en 2007. Es parroquiana de St. Margaret Mary Parish en Cedar Park.

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